La Plataforma del Tercer Sector se compromete con la reconstrucción social y económica ante la pandemia

imagen sobre el Día Internacional de los Derechos Humanos, 10 de diciembre
10/12/2020

En el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos –que se celebra hoy 10 de diciembre- la Plataforma del Tercer Sector (PTS) se compromete con la reconstrucción social y económica ante la pandemia, ya que las personas más vulnerables y en riesgo de exclusión social–que son las que más están sufriendo las consecuencias del virus- no pueden quedar atrás en este proceso.

Este año, el tema del Día de los Derechos Humanos está relacionado con la pandemia de COVID-19 y se centra en la necesidad de reconstruir para mejorar, asegurándose de que los derechos humanos sean la base para los esfuerzos de la recuperación.

La sociedad actual se encuentra ante una situación de emergencia sanitaria, pero también social, derivada de la pandemia del coronavirus que afecta a las personas en situación de vulnerabilidad y, por tanto, a las organizaciones que se dedican a la protección y garantía de sus derechos.

En esta línea, la PTS, que engloba a 28.000 entidades sociales, destaca la labor de las ONG durante esta pandemia. La crisis originada por esta ha transformado la acción social con un papel muy destacado y activo por parte de las personas voluntarias y trabajadores y trabajadoras de estas entidades, a pesar de las graves dificultades a las que se enfrentan para garantizar una atención adecuada.

Un rol fundamental para ayudar a las personas más vulnerables, ya que la pandemia ha supuesto una doble crisis para ellas, al tiempo que ha fomentado la aparición de nuevos fenómenos de exclusión social, discriminación y pérdida de derechos. Según la ONU, este año la pandemia podría sumir en la pobreza a 115 millones de personas.

En este sentido, es fundamental contar con apoyos y protección por parte de la Administración, a fin de tener una estructura estable y suficiente para poder seguir atendiendo a los más de 6 millones de personas con la misma garantía y solvencia.

La crisis provocada por el coronavirus no puede significar un paso atrás en la protección de los derechos humanos.