La Plataforma del Tercer Sector de Madrid solicita a la administración regional que considere al Tercer Sector de Acción Social como servicios esenciales en la lucha contra la crisis socio -sanitaria actual

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24/09/2020

Ante la situación especial que la pandemia producida por el COVID-19 ha generado en la Comunidad de Madrid, nuestro país y el mundo en general, las entidades de acción social y cooperación han estado y están dando respuesta para aportar soluciones frente a una crisis sanitaria, social y financiera sin precedentes.

Desde la Plataforma del Tercer Sector de Madrid (PTSCM), se ha solicitado a Consejería de Políticas Social, Familia, Infancia y Natalidad y la la Consejería de Presidencia que incluya dentro de las medidas Anti – COVID a las entidades del Tercer Sector de Madrid como Servicios Esenciales. Este reconocimiento permitirá a las entidades desarrollar sin restricciones las acciones de apoyo a las personas en situación de vulnerabilidad.

Reconocimiento, fortalecimiento y sostenibilidad del Tercer Sector

“La labor que realizamos las organizaciones del Tercer Sector necesita ser reconocida de forma legítima en la interlocución, diseño y seguimiento de las políticas socio sanitarias de lucha contra la COVID-19”. Así lo ha manifestado el presidente de la PTSCM, Antonio LLorente, durante la Junta Directiva que la Plataforma del Tercer Sector de Madrid: “Es necesario incluir en el marco normativo al Tercer Sector, reconociendo su imprescindible papel y la atención a personas en situación de vulnerabilidad como actividad esencial para que pueda seguir trabajando pese a las posibles nuevas medidas restrictivas en la contención de la COVID-19.”

El trabajo del Tercer Sector con los colectivos más vulnerables en la pandemia

Durante el estado de alarma, las entidades sociales y de cooperación se han volcado redoblando esfuerzos para poder atender a los colectivos más vulnerables, implementando medidas con las que hacer frente a la situación. Estos esfuerzos se han encontrado con dificultades a la hora de desarrollar intervenciones especializadas ya que se encuentran fuera de la relación específica de servicios y ámbitos profesionales incluidos en el listado de actividades esenciales.

Un ejemplo lo encontramos en las personas en situación de sin hogar a las que acompañan en Red FACIAM, que en un momento tan grave en el que quedarse en casa es la mejor respuesta, una parte de la ciudadanía pudo acatarla gracias a los equipos técnicos de las entidades sociales que supieron reinventarse en el trabajo diario, en las atenciones individuales y grupales, trabajando más allá de los servicios mínimos.

O en el trabajo de Cruz Roja Madrid que incrementó en un 162% su atención a personas vulnerables por la irrupción de la COVID-19, haciendo frente a las nuevas necesidades surgidas.
Antonio Llorente, presidente de la PTSCM, nos comenta cómo las entidades sociales no han dejado de trabajar desde el mes de marzo. “Se han puesto en marcha medidas urgentes, planes de acción inmediata y protocolos para afrontar la crisis. A nivel sanitario las entidades sociales han tratado de proteger y frenar los contagios en residencias, casas de acogida, creando además espacios habitacionales.

A nivel social ha habido una participación intensa de la ciudadanía a través del voluntariado, con un incremento del 25% de solicitudes, y +7000 nuevas personas voluntarias; se ha conseguido una ingente movilización de donaciones particulares y de empresas para hacer frente a las necesidades básicas de alimentación, higiene y salud”. “Todas nos hemos visto desbordadas ante la avalancha de solicitudes de ayuda de emergencia” .

Pero también ha habido muchos servicios y actividades de atención a población vulnerable que han tenido que cesar su actividad por no ser reconocidas como esenciales; la atención a determinados perfiles de población vulnerable como el alumnado con discapacidad no ha estado recogida en ningún documento durante esta crisis; el apoyo a la infancia y sus familias mas allá de las necesidades básicas; las actividades presenciales se han adaptado a una intervención telemática mediante el uso intensivo de las tecnologías para que el trabajo no se detuviera.

Hoy, las entidades del Tercer Sector intensifican su actividad para responder de forma organizada a las necesidades y minimizar el impacto que la crisis socio-sanitaria está generando y que afecta especialmente a los territorios más castigados por la pandemia. Cada día se presentan o visibilizan nuevas situaciones de pobreza, las zonas de exclusión se amplían y más personas van a necesitar apoyos sociales.

Reconstrucción social ante la crisis

Antonio Llorente afirma que la sociedad civil y las organizaciones sociales tienen un papel fundamental que desempeñar en la lucha contra la COVID-19 a nivel local y global. “Desde el Tercer Sector no queremos que las personas vulnerables queden desprotegidas”. Los territorios más afectados por la pandemia en la comunidad de Madrid coinciden con los barrios donde el índice de pobreza y exclusión social también es más alto y donde la intervención comunitaria de las entidades son el único punto de referencia para las personas y las familias afectadas.

Desde la Plataforma del Tercer Sector de Madrid planteamos 25 medidas en las que las personas, su vida y cuidado se ponen en el centro de las políticas sociales, económicas y sanitarias y que contienen perspectiva de género y diversidad. Entendemos que estas medidas deben formar parte de un Plan Global para la reconstrucción que dependa de la Consejería de Presidencia y que, siguiendo la Agenda 2030, incluya a todas la Consejerías para hacer un abordaje integral, en el que se trabaje con el Tercer Sector de Madrid como agente esencial para la reconstrucción.